Como no agradecer,
¡A la Divina Providencia!,
La milagrosa oportunidad,
de estar vivo,
cuando no debí ser,
pero aquí estoy,
con mis sueños en verso,
y mi mágico vivir,
a pesar del odio,
la traición y la adversidad,
yo sigo amando,
y escribiendo poesía,
¡Bendito Dios!
Que no me ha negado nada…
pues todo se transmuta,
penas y alegrías,
amor y desamor,
ausencias y encuentros
y todo, todo,
se me hacen letras,
versos y poemas.
Carlos Luis Molina Lara